Gas natural

El gas natural está constituido por hidrocarburos de bajo punto de ebullición; el componente principal, aproximadamente el 85%, es metano. En menores proporciones está presente el etano, aproximadamente un 10% y el propano que puede llegar a porcentajes de hasta un 3%. En cantidades aún menores aparecen el butano, pentano, hexano, heptano y octano. Como impurezas son frecuentes el anhidrido carbónico, nitrógeno, helio y ácido sulfhídrico.

El principal uso del gas natural es como combustible pero se emplea también para fabricar numerosos productos químicos.

Antes de emplear el gas natural como combustible se extraen los hidrocarburos más pesados, como el butano y el propano. El gas constituido por los hidrocarburos menos pesados (metano en su mayor parte) es el llamado gas seco y se distribuye a usuarios domésticos e industriales para su uso como combustible. La fracción de gas restante, compuesto por hidrocarburos de peso molecular más alto, es el llamado gas húmedo.

El gas natural está asociado casi siempre a los yacimientos de petróleo, sin embargo, hay pozos que proporcionan solamente gas natural.